jueves, 18 de febrero de 2010

Recuerda tu infancia para aprender otro idioma


Por Lidia Hunter
Para aquellos adultos que han estado tratando de aprender un nuevo idioma y casi se rinden: Los niños repiten una y otra vez una palabra y no prestan atención a sus errores. Ellos simplemente disfrutan el proceso de aprendizaje. Es maravilloso ver sus caritas cuando empiezan a descubrir su pequeño mundo. 

Algunos expertos aseguran que una persona desarrolla de manera exponencial la capacidad de aprendizaje desde el nacimiento hasta los 12 años, en comparación con el proceso de aprendizaje en los adultos que se vuelve más lento.

Yo no soy una experta. Soy periodista e  instructora de español y mi sentido común y mi experiencia me dicen que si un adulto tiene una fuerte motivación, el aprendizaje se convierte en un placer, como un viaje en las alas de nuestra infancia.

Muchos adultos tienen la humildad y la sabiduría de volver mentalmente a su niñez para aprender un idioma. Saben que los niños aprenden sus primeras palabras sin complicados libros de gramática, por la repetición y la asociación de imágenes, y sin sentir vergüenza a ser corregidos.

Ellos comprenden que el camino del aprendizaje es un proceso de ensayo y errores. Por lo tanto, es normal cometer errores una y otra vez hasta que aprendemos una palabra.

Hago hincapié en la idea de recordar la infancia para aprender un nuevo idioma. Para algunas personas puede parecer inútil o ridículo. Pero si lo piensas un momento, te darás cuenta de que llegar al primer día de clases con el deseo de disfrutar de cada nueva palabra, cada sonido nuevo, a repetir sin miedo, dispuesto a reírte de tus propios errores, descubrirás que el aprendizaje de otro idioma es más fácil de lo que parece.

Te invito a darte otra oportunidad. Haz tantos errores como sea necesario, entendiendo que esto es parte del proceso de aprendizaje. Aprende sin urgencias, sin presiones. Tómate tu tiempo sin preocuparte por lo que tus compañeros de clase piensen de tí.

Por supuesto, los estudiantes deben encontrar un buen modelo a imitar, por lo que el instructor debe tener un profundo conocimiento de la lengua, de la gramática y la pronunciación, excelentes técnicas de enseñanza, paciencia y respeto hacia los estudiantes. El instructor debe corregir los errores de una manera positiva y evitar que los estudiantes se sientan mal. Debe animarlos a aprender.

La mayoría de los estudiantes aprecian la tarea porque saben que la práctica es fundamental para reforzar los conocimientos adquiridos en el aula. Si es necesario, pasarán muchas horas delante de su cámara instalada en la computadora repitiendo cada palabra, cada frase, cada párrafo, como un niño haría frente a su madre, para aprender sus primeras palabras.


Aquí tienes la canción de un "estudiante". Disfrútala!: Canción de Amor en Español
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