Foto cortesía: Arnoldo Cáceres. |
Hasta este domingo por la noche, la investigación sobre la muerte del cónsul de Nicaragua en New York, César Mercado, no había concluido. Se espera que cuando concluyan las investigaciones y entreguen su cuerpo, habrá un homenaje oficial, que podría ser el próximo fin de semana.
Mercado fue encontrado muerto el jueves 23 de septiembre por la mañana, en su apartamento de El Bronx. Han surgido versiones contradictorias y muchas especulaciones en los medios de comunicación sobre las causas de su muerte. Quienes lo conocían rechazan la hipótesis de un suicidio y afirman que era una persona reservada, respetuosa, amable, profesional y solidario con quienes necesitaban su ayuda.
Se dice que Mercado había solicitado reiteradamente que si moría, que lo cremaran y trasladaran sus restos a Nicaragua. Y que si no lo cremaban, que sellaran su ataúd para que nadie viera su rostro. ¿Se sentía amenzado por alguien?.
Tres días antes de su muerte, llamó a la agencia de viajes Tom Tours, propiedad de la nicaragüense Lucía Fernández, para reservar boleto aéreo para viajar a Nicaragua en Navidad. Se sabe también que una semana antes de su muerte, llamó a un sacerdote nicaragüense que radica en New York, para hablar en privado con él. Lamentablemente no fue posible ese encuentro y la llamada telefónica entre ambos, fue la despedida.
César Mercado llegó a New York el 11 de septiembre del año 2000 como asistente del consulado nica, y desde hace ocho se desempeñaba como cónsul. Se le conocía cariñosamente como Cesarito. Estaba soltero y no tenía hijos. Su última aparición pública fue el lunes 13 de septiembre, durante la celebración del 189 aniversario de la independencia de Centroamérica. En esa ocasión, el Comité de Independencia de Centroamérica (CICA), le otorgó tres reconocimientos por su labor en la comunidad.
Se dice que Mercado había solicitado reiteradamente que si moría, que lo cremaran y trasladaran sus restos a Nicaragua. Y que si no lo cremaban, que sellaran su ataúd para que nadie viera su rostro. ¿Se sentía amenzado por alguien?.
Tres días antes de su muerte, llamó a la agencia de viajes Tom Tours, propiedad de la nicaragüense Lucía Fernández, para reservar boleto aéreo para viajar a Nicaragua en Navidad. Se sabe también que una semana antes de su muerte, llamó a un sacerdote nicaragüense que radica en New York, para hablar en privado con él. Lamentablemente no fue posible ese encuentro y la llamada telefónica entre ambos, fue la despedida.
César Mercado llegó a New York el 11 de septiembre del año 2000 como asistente del consulado nica, y desde hace ocho se desempeñaba como cónsul. Se le conocía cariñosamente como Cesarito. Estaba soltero y no tenía hijos. Su última aparición pública fue el lunes 13 de septiembre, durante la celebración del 189 aniversario de la independencia de Centroamérica. En esa ocasión, el Comité de Independencia de Centroamérica (CICA), le otorgó tres reconocimientos por su labor en la comunidad.
Esta mañana, una familia nicaragüense cercana al cónsul, ofreció una misa en una iglesia de Queens a la que asistió Laura, la hermana del diplomático, que llegó este fin de semana a New York procedente de Masatepe, Nicaragua, acompañada de su tía Martha. Los padres del diplomático no viajaron.
Esta tarde también hubo una oración y un minuto de silencio en memoria de Mercado, durante la reunión mensual ordinaria, de la Fundación Humanitaria Pro Nicaragua Monseñor Oswaldo Mondragón, que preside Marlene González. La reunión se celebró en casa de Norita Urbina.
Amparito Amador, quien alojó en su casa a Mercado durante sus primeros cinco años en New York y lo considera como un hijo, informó que amigos cercanos al cónsul como ella y el señor Oscar Sandoval, opinan que si el cuerpo es entregado a mediados de semana, es decir en días laborales, el homenaje tendría lugar el fin de semana, para facilitar la asistencia de quienes quieran acudir.
En cualquier caso, dijo que se considera la posibilidad de oficiar varias misas, una de las cuales sería oficiada por el sacerdote nicaragüense Amílcar Benito Prado, quien era amigo del cónsul. También se ha mencionado la posibilidad de tener un oficio religioso en la Iglesia de Nuestra Señora de Lourdes, ubicada entre la calle 142 y Convent Ave.
Amparito informó que se ha iniciado una colecta de dinero entre la comunidad, para ayudar a la familia de Mercado. Están a cargo de esta iniciativa, Róger Gómez, en El Bronx, Marlene González, en Brooklyn y Queens, y Oscar Sandoval, en Manhattan. Amparito, quien consideraba a Mercado como un hijo, pidió a los amigos nicaragüenses que faciliten fotos para hacer un álbum de recuerdo.
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